Cómo aprendí a priorizar las tareas

¿Alguna vez os habéis sentido abrumados por el sinfín de tareas pendientes en vuestro ecommerce, sin saber por dónde empezar? Yo sí. constantemente: ¿cómo decidir qué iniciativas merecen mi atención inmediata y cuáles pueden esperar? ¿De todos los incendios activos, como discernir entre cuales quemas y cuáles no?

La raíz de este desafío radica en la incertidumbre. Desde la optimización de las campañas de paid,  hasta la selección de la forma de pago adecuada,  pasando por la optimización de la experiencia del usuario dentro del producto digital , me veo inundado por un flujo constante de tareas demandadas por mis clientes. 

Pero me doy  cuenta de que no todas estas tareas tienen la misma importancia. Algunas prometen un impacto significativo en las ventas, mientras que otras, aunque necesarias, conllevan tiempo y dinero. Y en un contexto de recursos limitados, me veo obligado a tomar decisiones, no sencillas, sobre dónde poner foco.

La solución que aprendí fue en forma de una metodología de priorización: el método ICE, que se centra en el Impacto, la Confianza y el Esfuerzo. Este enfoque me permitió evaluar cada iniciativa bajo tres criterios:

  • Impacto: Evaluar cuán significativa sería la tarea para alcanzar los objetivos de mis clientes.
  • Confianza: Determinar mi nivel de seguridad sobre el impacto esperado de la tarea.
  • Esfuerzo: Considerar cuántos recursos, incluyendo tiempo, dinero y personal, se requerirían para completar esta tarea.

Asignando puntuaciones a cada dimensión de 0 a 10  y calculando un promedio, puedo ordenar mis tareas por su puntuación total de ICE, dándome una hoja de ruta clara de cuáles merecen prioridad. 

Adoptar el método ICE me ayuda a gestionar las estrategias de growth para mis ecommerce. Me proporciona claridad dónde dirigir mis esfuerzos y sobre todo, paz mental. 

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